¿Dominas realmente tu respiración?

La respiración es uno de los únicos procesos fisiológicos que se producen automáticamente, pero que podemos controlar. Y eso tiene implicaciones poderosas.

La respiración consciente es mucho más que calmar la mente. Es una habilidad que aumenta tu rendimiento físico, emocional e incluso profesional.

Pero la pregunta es: ¿utilizas tu respiración en tu beneficio a diario?.


Por dónde empezar

Una buena práctica es tomarse unos minutos por la mañana para respirar con intención antes de empezar la rutina.

**Ejemplo sencillo

Siéntate tranquilamente con la columna erguida. Inhala profundamente por la nariz, expandiendo la región abdominal. Al exhalar, deja que el abdomen vuelva a su posición natural.

Este patrón se denomina respiración diafragmática, y es lo contrario del patrón torácico acelerado que muchas personas mantienen sin darse cuenta.

Cuando entra el aire, el abdomen sobresale hacia fuera.

Cuando el aire sale, se recoge.


Respiración rítmica para situaciones de presión

Antes de una reunión importante, un examen o cualquier momento que requiera presencia, una respiración bien dosificada puede redefinir tu estado interno.

**Comienza con un ritmo 1-1-1

Ejemplo: inhala en 4 segundos, aguanta 4, exhala en 4.

Sencillo. Práctico. Y eficaz.

Existen variaciones más avanzadas, pero éstas deben ser enseñadas directamente por un instructor cualificado.


Integra en tu día, vayas donde vayas

Puedes utilizar la respiración consciente en actividades físicas, en el tráfico, en el trabajo. El resultado es claro: más concentración, más control, más claridad.

Empieza hoy mismo. Pruébelo. Anota lo que ha cambiado. Y cuéntanos cómo te ha ido.