Adaptación, hábito, aprendizaje, plasticidad nos permiten reinventarnos para la supervivencia, ya sea biológica o intelectual en un sentido amplio (me refiero a la capacidad de flexibilizar los pensamientos, puntos de vista o decisiones, cuando buscamos acuerdo con otras personas).
Podemos ver la adaptación en cómo nos acostumbramos al peso de la ropa sobre el cuerpo, en la manera en que incorporamos nuevas culturas o rutinas. Son cambios que pueden ocurrir de forma inconsciente o consciente; a veces para acompañar los tiempos que corren, y otras, para alcanzar lo que deseamos hacer o transformarnos en quienes queremos ser.
Primero se aprende, luego se repite y se hace hábito. Al sostenerlo en el tiempo, se produce ese cambio profundo: la plasticidad, la transformación. Una vez que algo se ha aprendido, queda disponible como recurso, listo para activarse cuando lo necesitamos. Pensemos, por ejemplo, en la capacidad de concentración.
Hay tareas que requieren muy poca atención, pero otras necesitan el 100 %. Si no invertimos esa energía, puede que no logremos el resultado esperado, o que tardemos mucho más en alcanzarlo y gastemos más recursos de los necesarios.
Hábito y aprendizaje también aplican a la concentración. Podemos aprender a enfocar la mente cuando lo deseemos y a abstraernos de lo que ocurre alrededor, para generar un estado de concentración plena.
Podés empezar a entrenar tu concentración sin necesidad de que sea útil en ese momento. Como un juego. Elegí un momento del día, puede ser en tu escritorio de trabajo, y fijá la mirada en un punto al frente —una imagen, una marca en la pared o algún objeto de la mesa—. Si ves que te dispersás, cambiá el objeto en el cual estás haciendo foco. Sostené el ejercicio un par de minutos. Vas a notar cómo el entorno comienza a difuminarse. Una vez entrenada esa capacidad de abstracción, llega el turno de sostener la atención en el punto elegido.
De esta manera vamos entrenando la mente y el pensamiento. Y cuando llegue el momento de necesitar mayor atención y concentración, el hábito ya estará en vos: tu cabeza sabrá lo que le estás proponiendo y te seguirá el juego ;)
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